lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Miedo a la muerte?

 


¿Por qué teme usted a la muerte? ¿Será, acaso, porque no sabe cómo vivir? Si supiera cómo vivir con plenitud, ¿tendría miedo de morir? Si amara los árboles, la puesta del sol, la hoja que cae, si amara a los pájaros; si estuviera atento a los hombres y mujeres que lloran, a los pobres, y si de veras sintiera amor en su corazón, ¿temería a la muerte? ¿Le temería? No se deje persuadir por mí; reflexionemos juntos sobre ello. Usted no vive con alegría, no es feliz, no es vitalmente sensible a las cosas; ¿por esa razón pregunta qué va a ocurrir cuando muera? La vida es para usted dolor y, por eso, está mucho más interesado en la muerte. Siente que tal vez habrá más felicidad después de la muerte. Pero ése es un problema tremendo, y yo no sé si usted desea investigarlo. Al fin y al cabo, en el fondo de todo esto está el miedo: miedo de vivir, miedo de morir, miedo de sufrir. Si usted no puede comprender qué es lo que da origen al miedo, y así se libera de ello, entonces no importa mucho si está vivo o muerto.

 


martes, 11 de noviembre de 2014

Saber cuándo no cooperar

Los reformadores políticos, sociales y religiosos sólo causarán más dolor al hombre, a menos que éste comprenda los funcionamientos de su propia mente. Con la comprensión del proceso total de la mente, hay una radical revolución interna, y de ella surgen las acciones de la verdadera cooperación, que no es cooperación de acuerdo con un modelo, con la autoridad, con alguien que «sabe». Cuando usted tiene bien en claro como cooperar ‑porque existe esta revolución interna-, también sabe cuándo no cooperar, lo cual es de veras muy importante, quizá más importante aún. Ahora cooperamos con cualquier persona que ofrece una reforma, un cambio, y eso sólo perpetúa el conflicto y la desdicha; pero si sabemos qué es tener el espíritu de cooperación que adviene con la comprensión del proceso total de la mente que implica libertad con respecto al «yo»-, entonces hay posibilidad de crear una civilización nueva, un mundo por completo diferente, exento de espíritu adquisitivo, de envidia, de comparación. Esto no es una utopía teórica, sino el verdadero estado de la mente que, de manera constante, investiga y va en pos de aquello que es verdadero y bienaventurado.



 Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. VII

EL CAMINO DE LA CONFIANZA

La confianza es la mayor inteligencia. ¿Por qué no confían las personas? Porque no confían en su inteligencia. Tienen miedo, tienen miedo de ser engañados. Tienen miedo; por eso dudan. La duda surge del miedo. La duda surge de una especie de inseguridad en tu propia inteligencia. No estás tan seguro como para confiar y actuar desde la confianza. La confianza precisa de una gran inteligencia, coraje, integridad. Para poder entrar, necesita que haya un gran corazón. Si no eres demasiado inteligente, te proteges con la duda.

Si eres inteligente estás preparado para penetrar en lo desconocido, porque sabes que, aunque desaparezca todo el mundo conocido y estés en lo desconocido, serás capaz de instalarte ahí. Confías en tu inteligencia. La duda está en guardia; la inteligencia se mantiene abierta porque sabe que «pase lo que pase, será capaz de aceptar el desafío, será capaz de responder de una forma adecuada». La mente mediocre no tiene esa confianza en sí misma. El conocimiento es mediocre.

Estar en un estado de no—saber es inteligencia, es atención, y no es acumulativo. Todo lo que sucede en cada momento, desaparece y no deja rastro, no deja un rastro existencial. Vuelves a encontrarte en estado puro, vuelves a ser inocente, vuelves a ser un niño.
No intentes comprender la vida. ¡Vívela! No intentes comprender el amor. Instálate en el amor. Entonces sabrás, y ese saber surgirá de tu experiencia. Ese saber no destruirá el misterio: cuanto más sepas, más sabrás que queda mucho por saber.
La vida no es un problema. Si la consideras un problema estás dando un paso equivocado. La vida es un misterio que tienes que vivir, amar, experimentar.

En realidad, la mente que busca explicaciones es una mente miedosa. Debido a este miedo, quiere buscar explicaciones a todo. No puede hacer nada si no se lo han explicado antes. Gracias a las explicaciones, siente que es un terreno familiar, conoce la zona, y ahora se puede mover con el mapa, la guía y el programa. No está dispuesta a adentrarse en un terreno desconocido, inexplorado, sin tener un mapa, sin tener una guía. Pero la vida es así, y no puede haber un mapa porque la vida va cambiando. Todos los momentos son ahora. No hay nada viejo bajo el sol, y créeme, todo es nuevo. Hay un tremendo dinamismo, un movimiento absoluto. Sólo el cambio es permanente, lo único que no cambia es el cambio.

El resto siempre cambia, por eso no puedes tener un mapa; cuando consigas tener el mapa listo ya estará anticuado. Cuando esté disponible el mapa ya será inútil, la vida habrá cambiado de trayectoria. La vida habrá empezado a jugar otro juego. En la vida no puedes arreglártelas con un mapa, porque no es mensurable; en la vida no puedes arreglártelas consultando una guía, porque las guías sólo existen cuando las cosas están estancadas. La vida no está estancada, es dinámica, es un proceso. No puedes hacer un mapa de la vida. No es mensurable, es un misterio inconmensurable. No busques explicaciones.

Y esto es lo que llamo madurez mental: cuando alguien llega a un punto en el que mira la vida sin hacer preguntas, y se sumerge en ella con coraje y sin miedo.

EL MUNDO ESTÁ LLENO DE PERSONAS PSEUDO—RELIGIOSAS, iglesias, templos, gurudwaras*, mezquitas, está lleno de personas religiosas. Y ¿no te das cuenta que el mundo es absolutamente irreligioso? ¿El mundo es irreligioso con tantas personas religiosas? ¿Qué milagro es éste? Todo el mundo es religioso, sin embargo, la suma total es irreligiosidad. La religión es falsa. La gente ha «cultivado» la confianza. La confianza se ha convertido en una creencia y no en una experiencia. Se les ha enseñado a creer, no se les ha enseñado a saber; en esto se ha equivocado la humanidad.

No creas nunca. Si no puedes confiar es mejor que dudes, porque a través de la duda, antes o después, podrá surgir la posibilidad de la confianza. No puedes vivir eternamente con la duda. La duda es una enfermedad; es una dolencia. Si dudas nunca estarás satisfecho; si dudas siempre tendrás miedo, si dudas siempre estarás angustiado, dividido e indeciso. Si dudas estarás viviendo una pesadilla. De modo que algún día empezarás a intentar salir de ella. Por eso digo que es mejor ser un ateo antes que ser un teísta, un pseudoteísta.

Te han enseñado a creer desde la infancia, han condicionado la mente de todo el mundo para creer: creer en Dios, creer en el alma, creer en esto y aquello. La creencia te ha calado hasta los huesos y la sangre, sin embargo, sigue siendo una creencia, no has sabido. Y, no te liberarás a menos que sepas. El conocimiento libera, sólo el conocimiento. Todas las creencias son prestadas; te han sido dadas por otros, no son tus flores. ¿Cómo es posible que algo prestado te conduzca a la realidad, la realidad absoluta? Olvídate de todo lo que has tomado de los demás. Es mejor ser un mendigo que ser rico, no rico a costa de tu ahorro, sino a costa de lo que has robado; rico a costa de lo que te han prestado, rico a costa de la tradición, rico a costa de la herencia. No, es mejor ser un mendigo pero estar por tu cuenta. Esa pobreza tiene riqueza en su interior porque es auténtica, y la riqueza de tu creencia es muy pobre. Las creencias nunca pueden calar demasiado hondo; permanecen a flor de piel. Si rascas un poco, aparecerá la incredulidad.

Crees en Dios; si, de repente, quiebra tu empresa, aparecerá la incredulidad. Dirás: «No creo, no puedo creer en Dios.» Si crees en Dios y se muere tu amada, surgirá la incredulidad. Crees en Dios ¿y basta que se muera tu amada para destruir tu creencia? No tiene demasiado valor. La confianza no se puede destruir nunca, una vez que está ahí, no habrá nada que la pueda destruir. No la puede destruir nada, absolutamente nada.

Recuerda que hay una gran diferencia entre confianza y creencia. La confianza es personal; la creencia es social. Tienes que desarrollar la confianza; seas lo que seas, puedes seguir creyendo, y pueden imponerte creencias. Abandona las creencias. Tendrás miedo, porque cuando abandonas las creencias, surge la duda. Cada creencia obliga a la duda a esconderse en alguna parte, reprime las dudas. No te preocupes por eso, deja que surjan dudas. Todo el mundo tiene que pasar por la noche oscura antes de que llegue el amanecer. Todo el mundo tiene que pasar por la duda. El camino es largo, la noche es oscura. Pero, cuando llega el día después de un largo viaje y una noche oscura, entonces, sabrás que ha valido la pena. La confianza no se puede «cultivar», no intentes cultivarla nunca; esto es lo que toda la humanidad ha estado haciendo. La confianza cultivada se convierte en creencia. Descubre la confianza dentro de ti mismo, no la cultives. Profundiza más en tu ser, ve hasta el centro de tu ser y descúbrela.

PARA INVESTIGAR ES PRECISO QUE HAYA CONFIANZA porque vas a adentrarte en lo desconocido. Es preciso que haya una enorme confianza y coraje, porque vas a alejarte de lo convencional y lo tradicional, vas a alejarte de la multitud. Vas a sumergirte en mar abierto sin saber si existe la otra orilla.

No podría mandarte a hacer esta investigación sin prepararte para confiar. Parecerá contradictorio, pero ¿qué puedo hacer? La vida es así. Sólo una persona que tenga una gran confianza será capaz de tener grandes dudas, de investigar algo así.

Una persona que tiene poca confianza dudará poco. La persona que no tiene confianza sólo finge que duda. No puede investigar en profundidad. La profundidad llega con la confianza, y hay que tomar algún riesgo.

Antes de mandarte al mar desconocido, tengo que prepararte para ese enorme viaje en el que tienes que ir solo, pero puedo acompañarte hasta el barco. Antes, tendrás que conocer la belleza de la confianza, el éxtasis del camino del corazón, para que cuando estés en el mar abierto de la realidad tengas bastante coraje para continuar. Pase lo que pase, tendrás confianza en ti mismo.

Imagínatelo: ¿cómo puedes confiar en nada o en nadie si no confías en ti mismo? Es imposible. Si dudas de ti, ¿cómo vas a confiar? Tú eres el que tiene que confiar, pero si no confías en ti, ¿cómo vas a confiar en la confianza' Es absolutamente necesario que el corazón se abra antes de que el Intelecto se transforme en inteligencia. Ésta es la diferencia entre intelecto e inteligencia.

La inteligencia es el intelecto en armonía con tu corazón.

El corazón sabe cómo confiar.

El intelecto sabe cómo buscar e indagar.

Hay un antiguo cuento oriental:

Dos mendigos vivían a las afueras de un pueblo. Uno era ciego y el otro no tenía piernas. Un día ardió el bosque que estaba cerca del pueblo donde vivían los dos mendigos. Por supuesto, competían entre ellos —tenían la misma profesión, mendigaban de la misma gente— y estaban constantemente enfadados el uno con el otro. No eran amigos, eran enemigos.

Dos personas que tienen la misma profesión no pueden ser amigas. Es muy complicado porque es una cuestión de competencia, de clientes, puedes quitarle el cliente al otro. Los mendigos clasifican a sus clientes: «Recuerda que este hombre es mío; no le molestes.» Tú no sabes a qué mendigo perteneces, quién es el mendigo que te posee, pero en la calle hay un mendigo al que tú perteneces. Probablemente, ha luchado y ha ganado la batalla, y ahora tú eres su posesión...

Cerca de la universidad solía haber un mendigo; un día me lo encontré en la calle. Siempre estaba ahí, cerca de la universidad, porque los jóvenes son más generosos; las personas más mayores se van volviendo miserables, miedosas. La muerte se aproxima y, aparentemente, el dinero es lo único que les puede ayudar. Si tienen dinero, los demás les podrán ayudar; si no tienen dinero, ni sus hijos ni sus hijas se preocuparán por ellos. Pero los jóvenes pueden derrochar. Son jóvenes, pueden ahorrar—, la vida está ahí, tienen toda la vida por delante.

Era un mendigo rico gracias a los universitarios... En India, un estudiante sólo llega a la universidad si pertenece a una familia rica, si no, es un esfuerzo demasiado grande. Algunos pobres también llegan a la universidad, pero es difícil, es duro. Yo también pertenecía a una familia pobre. Por las noches trabajaba de editor en un periódico, y durante el día iba a la universidad. Durante años, no pude dormir más de tres o cuatro horas; lo hacía cuando encontraba un momento a lo largo del día o por la noche.

Este mendigo era muy fuerte. Ningún otro mendigo podía entrar en la calle de la universidad, estaba prohibida incluso la entrada. Todo el mundo sabía a quién pertenecía la universidad: ¡a ese mendigo! Un día, de repente, vi a un hombre joven; el viejo ya no estaba allí. —¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está el viejo? —le pregunté.

—Es mi suegro —me contestó—. Me ha regalado la universidad.

La universidad no sabía que había cambiado su dueño, que tenía un nuevo dueño. El hombre joven dijo: —Me he casado con su hija.

En India, cuando te casas con la hija de alguien recibes una dote. No basta con casarte con ella, tu suegro, si es muy rico, te tiene que dar un coche, una casita. Si no es tan rico te tendrá que dar, por lo menos, una moto, y si no, una bicicleta, pero te tiene que dar algo: un equipo de radio, un transistor, un televisor... y algo de dinero. Si es realmente rico, entonces te dará la oportunidad de viajar al extranjero, estudiar y convertirte en una persona más instruida, un médico, un ingeniero... él correrá con los gastos.

La hija de este mendigo se había casado, y la dote que había recibido el joven era toda la universidad. —A partir de hoy, esta calle y esta universidad me pertenecen —dijo— Y mi suegro me ha dicho quiénes son mis clientes.

Me encontré con el viejo en la calle y le dije: —¡Magnífico! Has hecho bien en darle una dote.

—Sí —dijo él—. Sólo tenía una hija y quería hacer algo por mi yerno. Le he dado el mejor sitio para mendigar. Ahora estoy aquí de nuevo, intentando arreglar mi monopolio en la calle. Es un trabajo duro porque hay muchos mendigos, y son veteranos que ya tienen sus clientes. Pero no pasa nada, lo conseguiré; echaré a unos cuantos mendigos de aquí. —Y lo hizo.

De modo que cuando ardió el bosque, los dos mendigos se pararon a pensar un momento. Eran enemigos, ni siquiera se hablaban, pero se trataba de una emergencia. El ciego le dijo al que no tenía piernas: —La única manera que tenemos de escapar, es que tú te sientes encima de mis hombros; usa mis piernas y yo usaré tus ojos. Es la única manera de salvarnos.

Lo entendió inmediatamente. No hubo ningún problema. El hombre que no tenía piernas no podía' escaparse, no podía atravesar el bosque... estaba ardiendo. Se podía haber desplazado un poco, pero habría sido inútil. Había que encontrar una salida rápido. El ciego también estaba seguro de que no podría salir. No sabía dónde estaba el fuego, dónde estaba la carretera, dónde se estaban quemando los árboles y dónde no. Era ciego... se perdería. Pero los dos eran inteligentes; se olvidaron de su enemistad, se hicieron amigos y salvaron la vida.

Es una fábula oriental. Trata de tu intelecto y tu corazón. No tiene nada que ver con los mendigos, tiene que ver contigo. No tiene nada que ver con el bosque en llamas, tiene que ver contigo... porque tú estás en llamas.

Tú estás quemándote, sufriendo, triste y angustiado en todo momento. Sólo tu intelecto está ciego. Tiene piernas, puede correr, puede ir rápido, pero como está ciego no puede escoger la dirección adecuada. Inevitablemente, se tropezará constantemente, se caerá, se hará daño y sentirá que la vida no tiene sentido. Por eso; los intelectuales de todo el mundo dicen: «La vida no tiene sentido.»

El motivo por el que la vida les parece un sinsentido es que el intelecto ciego está intentando ver la luz, pero es imposible.

Dentro de ti hay un corazón que ve, que siente, pero que no tiene piernas; no puede correr. Se queda ahí donde está, latiendo, esperando... algún día el intelecto lo entenderá y será capaz de usar los ojos del corazón.

Cuando digo la palabra confianza me refiero a los ojos del corazón.

Cuando digo la palabra duda me refiero a las piernas de vuestro intelecto.

Ambas pueden salir juntas del fuego sin ningún problema. Pero recuerda, el intelecto tiene que aceptar llevar al corazón sobre sus hombros. Tiene que hacerlo. El corazón no tiene piernas, sólo ojos, y el intelecto tiene que escuchar al corazón y obedecer sus indicaciones.

En manos del corazón, el intelecto se vuelve inteligente. Es una transformación, una transformación absoluta de energía. Ahora la persona no se vuelve intelectual, simplemente se vuelve sabia.

La sabiduría nace del encuentro del corazón y el intelecto. Y cuando has aprendido el arte de sincronizar los latidos de tu corazón con el funcionamiento de tu intelecto, tendrás el secreto en tus manos, la llave maestra que abre todos los misterios.
OSHO



viernes, 24 de octubre de 2014

CAMBALACHE, ¿LES SUENA? 2014








El mundo fue y sera una porquería
ya lo se
En el quinientos seis
y en el dos mil también

Que siempre ha habido chorros
maquiavelos y estafaos
contentos y amargaos
valores y duble

Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue

Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseados

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor
Ignorante sabio o chorro
generoso o estafador

Todo es igual
nada es mejor
lo mismo un burro
que un gran profesor

No hay aplazaos
ni escalafon
los inmorales
nos han igualao

Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición
da lo mismo que sea cura
colchonero rey de bastos
caradura o polizón

Que falta de respeto
que atropellaba la razón
cualquiera es un señor
cualquiera es un ladrón

Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignon"
Don Chicho y Napoleón
Carnera y San Martín

Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida

Y herida por un sable
sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un bandoneon

Siglo veinte cambalache
problemático y febril
el que no llora no mama
y el que no roba es un gil

Dale que va
dale nomas
que allá en le horno
nos vamo a encontrar

No pienses mas
sentate a un lao
que a nadie importa
si naciste honrao

Es lo mismo el que trabaja
noche y día como un buey
que el que vive de los otros
que el que mata que el que cura
o esta fuera de la ley




viernes, 19 de septiembre de 2014

El propósito de la vida

Hay muchas personas que le indicarán a usted el propósito de la vida; le dirán lo que sostienen los libros sagrados. Personas ingeniosas seguirán inventando cuál es el propósito de la vida. La agrupación política tendrá un propósito, el grupo religioso tendrá otro propósito, y así sucesivamente. Entonces, ¿cuál es el propósito de la vida cuando uno mismo está confuso? Sólo cuando estoy confuso le formulo esta pregunta: «¿Cuál es el propósito de la vida?», porque espero que, en medio de esta confusión, encontraré una respuesta. ¿Cómo puedo encontrar una respuesta genuina cuando estoy confuso? ¿Comprende? Si estoy confuso, sólo puedo recibir una respuesta también confusa. Si mi mente esta confundida, perturbada, si mi mente carece de belleza, de quietud, cualquiera sea la respuesta que yo reciba, pasará por esta pantalla de confusión ansiedad y miedo; por lo tanto, la respuesta estará desnaturalizada. En consecuencia, lo que importa no es preguntar: «¿Cuál es el propósito de la vida, de la existencia?», sino esclarecer la confusión que hay dentro de usted. Es como un hombre ciego que pregunta: «¿Qué es la luz?» Si le digo qué es la luz, él escuchará conforme a su ceguera, conforme a su oscuridad; pero suponga que él es capaz de ver; entonces jamás preguntara: «¿Qué es la luz?» La luz está ahí.
De igual manera, si usted puede clarificar su confusión interna, descubrirá cuál es el propósito de la vida; no tendrá que preguntar, no tendrá que buscarlo; todo cuanto tiene que hacer es liberarse de las causas que generan la confusión.
J. Krishnamurti 



miércoles, 17 de septiembre de 2014

El vivir - El morir - El renacimiento - El amor

Romper los hábitos
Descubramos el modo de comprender todo este proceso de formación y ruptura del hábito. Podemos considerar el ejemplo del fumar, y usted puede sustituirlo por su propio hábito, por su propio problema personal, y experimentar directamente con su propio problema tal como yo experimento con el ejemplo del fumar. Ese hábito es un problema, se convierte en un problema cuando quiero abandonarlo; mientras estoy satisfecho con él, no es un problema. El problema se suscita cuando tengo que hacer algo con respecto a un determinado hábito, cuando el hábito se vuelve una perturbación. El ha creado una perturbación, de modo que quiero librarme de él. Quiero dejar de fumar; quiero desembarazarme del hábito, hacerlo a un lado.

Así pues, mi manera de abordar el hábito es resistiéndolo o censurándolo. Esto es, no quiero fumar; por lo tanto, encaro el fumar ya sea reprimiéndolo, condenándolo o encontrando un sustituto: en vez de fumar, mascar. Ahora bien, ¿puedo mirar el problema con una mirada libre de toda censura, justificación o represión? ¿Puedo observar mi hábito, observarlo sin sentido alguno de rechazo? Trate de experimentar con ello ahora, mientras estoy hablando, y verá cuán extraordinariamente difícil es no rechazar ni aceptar. Porque toda nuestra tradición, todo nuestro trasfondo, nos impulsan a rechazar o justificar, antes que a sentirnos curiosos al respecto. En vez de estar pasivamente alerta, la mente opera siempre sobre el problema.
 Krishnamurti - Vol. VI

Breaking habits

Discovering how to understand this whole process of habit formation and rupture. We can consider the example of smoking, and you can replace it with his own habit, for their own personal problems, and directly experience their own problem as I experiment with the example of smoking. That habit is a problem, it becomes a problem when I want to leave; while I'm happy with it, it's not a problem. The problem arises when I have to do something about a particular habit, when the habit becomes a disturbance. He has created a disturbance, so I want to get rid of him. I want to quit smoking; I want to get rid of the habit, it aside.

So my approach to the habit is resisting it or censoring. This is, I do not smoke; therefore I face smoking either repressing, condemning or finding a substitute: instead of smoking, chewing. Now, I can look at the problem with a free look of censure, justification or repression? Can I observe my habit, observing without any sense of rejection? Try experimenting with it now, as I speak, and see how extraordinarily difficult it is not to reject or accept. For all our traditions, all our background, encourage us to deny or justify before to feel curious about it. Instead of being passively aware, the mind always operates on the problem.
  Krishnamurti - Vol VI.

viernes, 22 de agosto de 2014

Tan sólo una hora de vida


Si a usted le quedara tan sólo una hora de vida, ¿qué haría? ¿No arreglaría todo lo que fuera necesario exteriormente, sus negocios, su última voluntad y demás? ¿No reuniría a su familia y a sus amigos y les pediría perdón por el daño que pudiera haberles hecho, y los perdonaría por el que pudieran haberle hecho a usted? ¿No moriría por completo a las cosas de la mente, a los deseos y al mundo? Y si eso puede hacerse por una hora, también es posible hacerlo durante los días y años que pudieran quedar... Inténtelo y lo descubrirá.






miércoles, 13 de agosto de 2014

Sólo aquello que muere puede renovarse

Cuando hablamos de una entidad espiritual, entendemos con ello algo que no está dentro del campo de la mente, es obvio. Ahora bien, el «Yo», ¿es una entidad espiritual? Si es una entidad espiritual, debe estar más allá de todo el tiempo; por lo tanto, no puede renacer ni continuar. El pensamiento no puede pensar en ella, porque el pensamiento está dentro de la medida del tiempo, el pensamiento proviene del ayer, es un movimiento continuo, la respuesta del pasado; así pues, el pensamiento es, en esencia, un producto del tiempo. Si el pensamiento puede pensar acerca del «yo», éste forma parte del tiempo; en consecuencia, el «yo» no está libre del tiempo y, por ende, no es espiritual, lo cual resulta evidente. De modo que el «Yo» es tan sólo un proceso del pensamiento; y usted quiere saber si ese proceso del pensamiento, continuando aparte del cuerpo físico, nace nuevamente, se reencarna en una forma física. Ahora avancemos un poco más. Aquello que continúa, ¿puede, en modo alguno, descubrir lo real, lo que está más allá del tiempo y la medida? Ese «Yo», esa entidad que es un proceso del pensamiento, ¿puede alguna vez ser nuevo? Si no puede, entonces tiene que haber una terminación para el pensamiento. ¿Acaso no es inherentemente destructiva toda cosa que continúa? Aquello que tiene continuidad jamás puede renovarse. En tanto el pensamiento continúe a través de la memoria, del deseo, de la experiencia, jamás podrá renovarse; por consiguiente, lo que es continuo no puede conocer lo real. Puede usted renacer mil veces, pero jamás podrá conocer la real, porque sólo aquello que muere, que llega a su fin, puede renovarse.


 Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. VI

jueves, 3 de julio de 2014

Instantes

 

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo

Nadine Stars (traducida por Borges)

lunes, 23 de junio de 2014

LOS 10 MANDAMIENTOS


 1. No estés absolutamente seguro de nada.
2. No creas conveniente actuar ocultando pruebas, pues las pruebas terminan por salir a la luz.
3. Nunca intentes oponerte al raciocino, pues seguramente lo conseguirás.
4. Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria.
5. No respetes la autoridad de los demás, pues siempre se encuentran autoridades enfrentadas.
6. No utilices la fuerza para suprimir las ideas que crees perniciosas, pues si lo haces, ellas te suprimirán a ti.
7. No temas ser extravagante en tus ideas, pues todas la ideas ahora aceptadas fueron en su día extravagantes.
8. Disfruta más con la discrepancia inteligente que con la conformidad pasiva, pues si valoras la inteligencia como debieras, aquélla significa un acuerdo más profundo que ésta.
9. Muéstrate escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incómoda, pues más incómoda es cuando tratas de ocultarla.
10. No sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los necios, pues sólo un necio pensará que eso es la felicidad.
BR

lunes, 16 de junio de 2014

¿Qué es la vida?

La vida es vivir. No es una cosa, es un proceso. No hay forma de conocer lo que es la vida más que viviendo, estando vivo , fluyendo, discurriendo con ella. Si buscas el significado de la vida en algún dogma, en una determinada filosofía, en una teología, da por seguro que te perderás lo que es la vida y su significado.
La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás.
La vida es inseguridad, A cada momento se dirige hacia una inseguridad mayor. Es un apostar. Uno nunca sabe lo que va a suceder. Y es hermoso que uno nunca lo sepa. Si fuera predecible, no valdría la pena vivir la vida. Si todo fuera como te gustaría que fuese y si todo fuera una certeza, no serías un hombre, serías una máquina. Sólo existen certezas y seguridades para las máquinas.
La vida es un misterio; cuanto más la conoces, más bella es. Llega un momento cuando, de repente, empiezas a vivirla, empiezas a fluir con ella.
La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, .... has de sentirla. Es como el caminar por una cuerda floja.
La mejor forma de perder la vida es tener una cierta actitud ante ella. Las actitudes tienen su origen en la mente, y la vida supera la mente. Las actitudes son nuestras creaciones, son nuestros prejuicios, nuestras invenciones. La vida no es creada por nosotros; al contrario, nosotros somos sólo ondas en el lago de la vida.
¿Qué clase de actitud puede tener una ola con respecto al océano? ¿Qué tipo de actitud puede tener una hoja de hierba hacia la Tierra, la Luna, el Sol o las estrellas? Todas las actitudes son egoístas, todas las actitudes son estúpidas.
La vida no es una filosofía, no es un problema; es un misterio. Tienes que vivirla, no de acuerdo a cierto patrón de conducta, no de acuerdo a un condicionamiento, no de acuerdo con lo que te han contado sobre ella. Tienes que empezar de nuevo, desde cero.
Depende de ti. La vida en sí misma es un lienzo en blanco, se convierte en cualquier cosa que tú pintes en él. Puedes pintar infelicidad, puedes pintar felicidad.
Esta libertad es tu gloria.
Mi mensaje es muy simple: Vive la vida tan peligrosamente como te sea posible. Vive la vida totalmente, intensamente, apasionadamente, porque la vida, es el único Dios.
  Primero conviértete en un Zorba, en una flor de esta tierra y a través de ella logra la capacidad de llegar a ser un Buda, la flor del otro mundo. El otro mundo no está separado de éste; el otro mundo no está en contra de éste. El otro mundo está escondido en éste. Este es sólo una manifestación del otro y el otro es la parte no manifiesta de éste.
Para mí, el primer fundamento de la vida es meditación. Todo lo demás es secundario.
La vida debe ser una búsqueda. No un deseo, sino una búsqueda; no una ambición de convertirse en esto o en lo otro, el presidente de un país o un primer ministro, sino una búsqueda para descubrir: "¿Quién soy yo?"
La vida deberá ser una continua celebración, un festival de luces durante todo el año. Sólo entonces puedes crecer, puedes florecer. Transforma las cosas pequeñas en celebración.
La vida no es una cárcel, no es un castigo. Es una recompensa y es dada sólo a aquellos que se la han ganado, a aquellos que se la merecen. Ahora tienes el derecho de disfrutar. Sería un pecado si no disfrutas.
Irías en contra de la existencia si no la embelleces, si la dejas simplemente como la encontraste. No, déjala un poco más feliz, más hermosa, más fragante.
¡La vida consiste en explorar, en ir hacia lo desconocido, en alcanzar las estrellas! Sé valiente y sacrifica todo por la vida; nada vale más que ella. No sacrifiques tu vida por pequeñas cosas: dinero, seguridad, estabilidad. Nada de ello tiene valor. Uno tiene que vivir su propia vida tan totalmente como sea posible, entonces, la alegría llega. Solamente entonces es posible una desbordante dicha . Aquellos que quieren vivir realmente tienen que afrontar muchos riesgos. Tienen que adentrarse más y más en lo desconocido. Tienen que aprender una de las lecciones más fundamentales: que no existe hogar, que la vida es un peregrinaje sin principio ni fin. Sí, hay lugares donde puedes descansar, pero son simplemente para pasar la noche y a la mañana siguiente te tienes que ir de nuevo. La vida es un continuo movimiento, nunca llega a ningún final.
Cuanto más profundiza una persona en sí misma, más madura. Cuando ha alcanzado el centro mismo de su ser, alcanza la madurez perfecta. Para mí, "madurez" es otro nombre para la "realización". Has culminado el pleno desarrollo de tu potencial. Lo has actualizado. La semilla, tras un arduo viaje, ha florecido. La madurez conlleva cierta fragancia, aporta una tremenda belleza al individuo. Le aporta inteligencia, la inteligencia más aguda posible. Le convierte en puro amor. Su actividad es amor, su inactividad es amor. Su vida es amor, su muerte es amor. Es tan sólo una flor de amor.
  La vida en su totalidad es una gran broma cósmica. No es un fenómeno serio; tómala seriamente y la perderás. Compréndela únicamente a través de la risa. No voy a darte una meta. Solamente puedo proporcionarte una dirección , abierta -rebosando vida- y desconocida -siempre sorprendente, impredecible-. No te voy a dar mapa alguno. Solamente te voy a proporcionar una gran pasión por descubrir cosas. Sí, no se necesita de ningún mapa; se requiere una gran pasión. Luego te dejaré solo. Entonces te moverás por ti mismo. adéntrate en lo inmenso, en el infinito y , poco a poco, aprende a confiar en él. Abandónate en manos de la Vida.
 El concepto antiguo del hombre religioso es que él está en contra de la vida. El condena está vida, esta vida corriente; la llama mundana, profana, una ilusión. La censura. Yo estoy tan profundamente enamorado de la Vida que no puedo censurarla. Estoy aquí para incrementar la posibilidad de sentirla.



What is life?Life is live. Not a thing, it is a process. There is no way of knowing what life is more than living, being alive, flowing, flowing with it. If you are looking for the meaning of life in some dogma, in a certain philosophy, theology, is considered certain that you will miss what is life and its meaning.Life is not waiting for you anywhere, you is happening. Not in the future as you have a goal to reach, is here and now, at this very moment, in your breathing, your blood circulation in the beating of your heart. Whatever you are is your life and if you start looking elsewhere meaning you will miss.Life is insecurity, Every moment is directed towards greater insecurity. It is a gamble. You never know what will happen. And it is beautiful that one never knows. If it were predictable, it would not be worth living. If everything was as you would be if everything were a certainty, you would not be a man, you'd be a machine. There are only certainty and security for the machines.Life is a mystery; the more you know, the more beautiful it is. There comes a time when suddenly, you begin to live, start to flow with it.Life is not a technology, not a science. Life is an art .... you have to feel it. It's like walking a tightrope.The best way to lose life is to have a certain attitude towards it. The attitudes have their origin in the mind, and life beyond the mind. Attitudes are our creations, are our prejudices, our inventions. Life is not created by us; On the contrary, we are just ripples in the lake of life.What kind of attitude can have a wave with respect to the ocean? What kind of attitude can have a blade of grass to the earth, the moon, the sun or the stars? All attitudes are selfish, all attitudes are stupid.Life is not a philosophy, it is not a problem; is a mystery. You have to live it, not according to a certain pattern of behavior, not according to a conditioning, do not agree with what you have been told about it. You have to start again from scratch.Depends on you. Life in itself is an empty canvas, it becomes whatsoever you paint it on it. You can paint misery, you can paint bliss.This freedom is your glory.My message is very simple: Live life as dangerously as possible. Live life fully, intensely, passionately, because life is the only God.
  
First become a Zorba, a flower of this earth and through it achieves the ability to become a Buddha, the flower of another world. The other world is not separate from it; the other world is not against it. The other world is hidden in it. This is only a manifestation of the other and the other is the non-manifest it.For me, the first foundation of life is meditation. Everything else is secondary.Life should be a search. Not a wish, but a search; no ambition to become this or the other, the president of a country or a prime minister, but a quest to discover "Who am I?"Life should be a continuous celebration, a festival of lights throughout the year. Only then can you grow, you can flourish. Transform small things into celebration.Life is not a prison, not a punishment. It is a reward and is given only to those who have earned it to those who deserve it. Now you have the right to enjoy. It would be a sin if I did not enjoy.Irías against beautify existence if not, if you leave it just as you found it. No, leave a little happier, more beautiful, more fragrant.Life is to explore, going into the unknown, to reach the stars! Be brave and sacrifices everything for life; nothing worth it. Do not sacrifice your life for little things: money, security, stability. None of this has value. One has to live his life as fully as possible, then joy arrives. Only then it is possible that overflowing. Those who want to really live have to face many risks. They have to go deeper and deeper into the unknown. They have to learn one of the most fundamental lessons: that there is no home, life is a journey with no beginning or end. Yes, there are places where you can relax, but just for the night and the next morning you have to go again. Life is a continuous motion, never comes to any end.The deeper a person in itself, more mature. When you have reached the center of his being, reach perfect maturity. For me, "maturity" is another name for the "realization". You have completed the full development of your potential. Have you updated. The seed, after an arduous journey, has flourished. Maturity involves certain fragrance, brings a tremendous beauty to the individual. She brings intelligence, the sharpest possible intelligence. He becomes pure love. Its activity is love, is love inactivity. His life is love, death is love. It's just a flower of love.
  
The whole of life is a great cosmic joke. It is a serious phenomenon; take it seriously and lose. Comprehend it only through laughter. I will not give you a goal. Only I can provide an address, open-overflowing life-and-unknown always surprising, unpredictable. I will not give any map. Only I will provide a great passion for discovering things. Yes, do not need any map; a passion is required. Then I'll leave you alone. Then you will move yourself. Delve into the immense, the infinite and gradually learns to trust him. Lose yourself in the hands of Life.
 
The old concept of the religious man is that he is against life. The sentence is life, this ordinary life; worldly, profane, called an illusion. Censorship. I am so deeply in love with life that I can not blame her. I'm here to increase the likelihood of feeling.

osho

lunes, 9 de junio de 2014

El Espíritu del Zen

Hasta hace poco tiempo el Budismo Zen era casi totalmente desconocido en Occidente, con excepción de unos pocos orientalistas cuyo interés por el tema era principalmente académico.
El Zen es tan definidamente distinto de cualquier otra forma de Budismo, y hasta podría decirse de cualquier otra forma de religión, que ha provocado la curiosidad de muchos que normalmente no hubieran pensado en mirar hacia Oriente en busca de sabiduría práctica.
Una vez que se provoca curiosidad, no es fácil aplacarla, pues el Zen ejerce una particular fascinación sobre las cansadas mentes de la religión y la filosofía convencionales. Desde un comienzo el Zen se aparta de toda forma de teorización, instrucción doctrinaria y formalidades desprovistas de vida; éstas son tratadas como simples símbolos de la sabiduría, y el Zen está fundado en la práctica y en una experiencia íntima, personal, de la realidad que la mayoría de las formas de la religión y la filosofía no encaran más que como una descripción emocional e intelectual. No se quiere decir con eso que el Zen es el único camino verdadero que lleva a la iluminación; se ha dicho que la diferencia entre el Zen y otras formas de religión reside en que "todos los otros caminos trepan lentamente por las laderas de la montaña, pero el Zen, al igual que un camino romano, arroja a los lados todos los obstáculos y se mueve en línea recta hacia la meta". Después de todo, los credos, los dogmas y los sistemas filosóficos son solamente ideas acerca de la verdad, del mismo modo que las palabras no son hechos sino que hablan acerca de los hechos; mientras que el Zen es una vigorosa tentativa de ponerse en contacto directo con la verdad misma, sin permitir que teorías y símbolos se yergan entre el conocedor y la cosa conocida. En cierto sentido el Zen es sentir la vida en lugar de sentir algo acerca de la vida; no muestra ninguna paciencia hacia la sabiduría de segunda mano, hacia la descripción que haga cualquier persona sobre una experiencia espiritual, o las meras concepciones y creencias. Si bien la sabiduría de segunda mano es valiosa como cartel que señala el camino, con demasiada facilidad se la confunde con el camino mismo, y hasta con la meta final. Son tan sutiles las formas en que las descripciones de la verdad pueden presentarse como la verdad misma, que el Zen es con frecuencia una forma de iconoclastía, una destrucción de las simples imágenes intelectuales de la realidad viviente, cognoscible solamente a través de la experiencia personal.
Pero es en sus métodos de instrucción donde el Zen es único. No hay en él enseñanza doctrinaria, ningún estudio de escrituras, nada de programas formales de desarrollo espiritual. Aparte de unas pocas recopilaciones de sermones de los primeros maestros Zen, que son las únicas tentativas de una exposición racional de sus enseñanzas, la casi totalidad de nuestros antecedentes de la instrucción Zen son un número de diálogos (mondo) entre los maestros y sus discípulos que parecen dedicar muy poca atención a las normas usuales de la lógica y el razonamiento sano, a punto tal que aparecen a primera vista como carentes de sentido. [...]
Pero el Zen no trata de ser inteligible, es decir, de poder ser comprendido por el intelecto. El método del Zen es desconcertar, excitar, intrigar y agotar al intelecto hasta que se perciba que la intelección es solamente acerca de; habrá de provocar, irritar y volver a agotar a las emociones hasta que se vea claramente que la emoción es solamente sentir acerca de , y luego discurrir, cuando el discípulo haya sido sometido a una impasse intelectual y emocional, sobre cómo salvar la brecha que existe entre el contacto conceptual de segunda mano con la realidad y la experiencia de primera mano. Para lograr esto pondrá en juego una facultad más elevada de la mente, conocida como intuición o Buddhi, denominada en ocasiones "Ojo del Espíritu". Resumiendo: el Zen aspira a concentrar la atención sobre la realidad misma, en lugar de hacerlo sobre nuestras reacciones intelectuales y emocionales ante la realidad; siendo la realidad ese algo siempre cambiante, siempre creciente, que conocemos como "vida", que jamás se detiene ni por un instante para que nosotros la hagamos encajar satisfactoriamente dentro de un rígido sistema de casilleros e ideas.
Es así como cualquiera que haga la tentativa de escribir sobre Zen, tiene que enfrentarse con dificultades insólitas: no puede jamás explicar, sólo puede indicar; tan sólo puede ir planteando problemas y proporcionando indicios que, cuando mucho, apenas alcanzaran a acercar al lector a la verdad, pero en el mismo instante en que trata de llegar a una definición exacta, la cosa se le desliza de las manos, y la definición termina siendo nada más que una concepción filosófica.
  
Until recently Zen Buddhism was almost completely unknown in the West, with the exception of a few orientalists whose interest in the subject was primarily academic.
The Zen is so distinctly different from any other form of Buddhism, and even could be said of any form of religion, which has caused the curiosity of many who would not normally thought of looking to the East in search of practical wisdom.
Once curiosity is raised, it is not easy to placate, as the Zen exerts a particular fascination for the tired minds of conventional religion and philosophy. From the beginning the Zen departs from all forms of theorizing, doctrinal instruction and formalities devoid of life; they are treated as mere symbols of wisdom, and Zen is grounded in practice and in an intimate, personal experience of the reality that most forms of religion and philosophy do not address more than an emotional description and intellectual. Do not you mean that Zen is the only true path leading to enlightenment; It has been said that the difference between Zen and other forms of religion is that "all other paths climb slowly up the slopes of the mountain, but the Zen, like a Roman road, throws sides all obstacles and moves in a straight line towards the goal. " After all, the creeds, dogmas and philosophical systems are only ideas about truth, just as words are not facts but talk about the facts; while the Zen is a vigorous attempt to make direct contact with truth itself, without allowing Yergin theories and symbols between the knower and the thing known. In a sense Zen is feeling life instead of feeling something about life; shows no patience with the wisdom of resale, to the description by any person on a spiritual experience, or mere conceptions and beliefs. While the wisdom of resale is valuable as sign points the way, is too easily confused with the road itself, and even the ultimate goal. They are so subtle ways in which descriptions of truth may be presented as truth itself, that Zen is often a form of iconoclasm, the destruction of simple intellectual images of the living reality, knowable only through personal experience .
But it is in their methods of instruction where Zen is unique. No doctrinal teaching on it, no scriptural study, no formal programs of spiritual development. Apart from a few collections of sermons of the early Zen masters, which are the only attempts at a rational exposition of his teachings, almost all of our history of Zen instruction are a number of dialogues (mondo) between teachers and their disciples that seem to devote little attention to the customary rules of logic and sound reasoning, so much so that at first glance appear as meaningless. [...]
But Zen is not to be intelligible, ie, they can be understood by the intellect. The method of Zen is to baffle, excite, intrigue and exhaust the intellect until it perceives that intellection is only about; will provoke, irritate and again exhaust the emotions until they clearly see that emotion is only feeling about, and then devise, when the pupil has been subjected to an intellectual and emotional impasse on how to bridge the gap between second hand conceptual contact with reality and experience firsthand. To achieve this will play a higher faculty of the mind, known as Buddhi or intuition, sometimes called "Eye of the Spirit." To summarize: the Zen aims to focus attention on the reality itself, rather than on our intellectual and emotional reactions to reality; being that something always changing, always growing, we know as "life" that never stops for a moment for us to do satisfactorily fit within a rigid system of lockers and ideas reality.
Thus anyone who makes an attempt to write about Zen, has to face unusual difficulties: you can never explain, it can only indicate; only you can go to pose problems and provide evidence that, at best, barely reached to bring the reader closer to the truth, but in the same instant that tries to reach a precise definition, things will slip out of hand, and definition ends up being nothing more than a philosophical concept.












miércoles, 4 de junio de 2014

NO ESTAS DEPRIMIDO, ESTAS DISTRAIDO

No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada.
Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas... te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte... hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Angel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levanto cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo y eres tu mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.
Recuerda a Jesús: "Amarás al prójimo como a ti mismo".
Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.
Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio.
Un sólo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó matar a seis millones de hermanos judíos. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Peruggia, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o SIDA, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)... y si le ganas, serás más humilde, mas agradecido... por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
No estás deprimido, estás desocupado.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y los jóvenes: te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas.
El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, verdad?.
Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él.
Si Él tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella.
Él te manda flores cada primavera. Él te manda un amanecer cada mañana. Cada vez que tú quieres hablar, Él te escucha.
Él puede vivir en cualquier parte del universo, pero Él escogió Tu corazón.
Enfréntalo, amigo, Él esta loco por ti!
Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero Él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. "Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreir.

martes, 3 de junio de 2014

EL ZEN

Pero si se nos dice que la verdad del Zen es evidente, que está delante de nuestros ojos en todos los momentos del día, esto no habrá de llevarnos muy lejos. No parece que los acontecimientos del día tengan algo de notable; no parece que haya nada en eso de vestirse, comer la comida o lavarse las manos que pueda indicar la presencia del Nirvana o el estado de Buda. Sin embargo cuando un monje le preguntó al maestro Chao~chou "Qué es el Tao?", él le contestó: "La vida común es el Tao mismo". El monje volvió a preguntar: "Cómo podemos ponernos de acuerdo con él?" (o sea, "Cómo podemos ponernos en armonía y unidad con él?"). Chao~chou contestó: "Si tratas de ponerte de acuerdo con él, te apartarás de él"; pues la vida, tomada como la serie común de acontecimientos diarios variados, es algo esencialmente evasivo e indefinible; jamás permanece igual ni por un momento; nunca podemos hacer que se quede quieta para analizarla y definirla. Si tratamos de pensar sobre la rapidez con que pasa el tiempo o cambian las cosas, la mente se nos transforma en un torbellino. Mientras más nos esforcemos por aferrar el momento, de apoderarnos de una sensación placentera o de definir algo en forma tal que resulte satisfactorio en cualquier momento para todos, más evasivo resulta. Se ha dicho que definir es matar, y que si el viento se detuviera por un segundo para que pudiéramos apoderarnos de él, dejaría de ser viento. La misma cosa ocurre con la vida. Las cosas y los acontecimientos están moviéndose y cambiando perpetuamente; no podemos apoderarnos del momento presente y obligarlo a que se quede con nosotros; no podemos traer de vuelta el tiempo pasado, ni conservar para siempre una sensación pasajera. Cuando tratamos de hacerlo, todo lo que conseguimos es un recuerdo muerto; la realidad no está allí, y no puede derivarse de ello satisfacción alguna. Si repentinamente nos damos cuenta de que somos felices, mientras más tratemos de pensar en algún medio para conservar nuestra felicidad, más rápidamente se nos escapará. Tratamos de definir la felicidad con el fin de poder saber cómo hallarla cuando nos sintamos desgraciados. Un hombre piensa: "Soy feliz ahora por poder permanecer en este lugar. Por lo tanto la felicidad, para mí, es venir y quedarme en este lugar". Y la próxima vez que se sienta desgraciado tratará de aplicar esta definición; irá de nuevo a ese lugar, y descubrirá que no lo hace feliz. Sólo existirá el recuerdo muerto de la felicidad, y la definición ya no sirve. La felicidad es algo así como los pájaros azules de Maeterlink: si se trata de capturarlos pierden su color; es algo así como tratar de encerrar agua dentro de las manos: mientras más fuerte se apriete, más rápidamente se desliza entre los dedos. Por ello, cuando a un maestro Zen se le preguntó: "Qué es el tao?", respondió de inmediato: "Sigue andando!", pues solamente podemos enterder la vida andando a la par con ella; mediante una completa afirmación y aceptación de sus mágicas transformaciones e interminables cambios. Es gracias a esta aceptación que el discípulo Zen se siente invadido por una gran admiración, pues todas las cosas se renuevan permanentemente. El comienzo del universo se produce ahora, pues todas las cosas se están creando en este momento, y el fin del universo es ahora, pues todas las cosas están muriendo en este momento.
Se define en ocasiones al Zen como "ir rectamente hacia delante", o "ir derecho adelante", pues el Zen significa moverse con la vida sin tratar de detener e interrumpir su flujo. Es un conocimiento inmediato de las cosas mientras viven y mueren, que se diferencia de la simple comprensión de las ideas y sentimientos acerca de las cosas, que son símbolos muertos de una realidad viva. Por ello el maestro Takuan dice en relación con el arte de la esgrima (Kendo) --arte fuertemente influenciado por los principios del Zen:
 
Esto --lo que podría denominarse una actitud mental de "no interferencia"-- constituye el elemento más vital del arte de la esgrima, como asimismo del Zen. Si queda lugar para que quepa aunque sea un pelo entre dos acciones, esto es interrupción.
Con esto quería decir que el contacto entre un acontecimiento y la reacción ante el mismo no debiera de ser roto por el pensamiento discursivo, pues, continúa diciendo:
 
Cuando se golpean las manos, el sonido se produce sin pensarlo ni por un instante. El sonido no espera ni piensa antes de salir. No existe interrupción; un movimiento sigue al otro sin ser interrumpido por la mente consciente. Si se siente molesto y medita sobre qué hacer, frente al adversario que está a punto de derribarlo, usted le da lugar, es decir, una feliz oportunidad para su mortífero golpe. Deje que su defensa siga al ataque sin la menor interrupción, y no habrá entonces dos movimientos separados conocidos como ataque y defensa.
De ahí que si "ataque" representa al mundo exterior, o la vida, y "defensa" la reacción de uno ante la vida, debe aceptarse que esto significa que la distinción entre "yo" y "la vida" queda destruida; el egoismo desaparece cuando el contacto entre los dos es tan inmediato que se mueven juntos, manteniendo el mismo ritmo. Dice más adelante Takuan:
 En el Zen, y en la esgrima también, se da gran valor a una mente no vacilante, no interrupción, no lejanía. También se alude en el Zen a un relámpago, o a las chispas que se producen con el impacto de dos piedras. Si esto se comprende dándole el sentido de rapidez, se comete una lastimosa equivocación. La idea es demostrar la contigüidad de la acción, un movimiento ininterrumpido de energía vital. Cada vez que se permita una interrupción por parte de algo que no esté en relación vital con la ocasión, puede estar seguro de que habrá de perder su propia posición. Esto, por supuesto, no quiere expresar el deseo de que las cosas se hagan imprudentemente o en el menor tiempo posible. Si usted albergara este deseo, su sola presencia habría de constituir una interrupción.
Esto es en muchos sentidos similar al arte de escuchar música; si uno se detiene a considerar sus reacciones intelectuales o emotivas ante una sinfonía que se está ejecutando, a analizar la construcción de un acorde o detenerse en una frase determinada, se pierde la melodía. Para escuchar la sinfonía completa uno debe concentrarse en el flujo de las notas y las armonías mientras se va produciendo, manteniendo la mente sujeta continuamente al mismo ritmo. Reflexionar sobre lo que ha ocurrido, pensar sobre lo que habrá de venir, o analizar el efecto que tiene sobre nosotros, equivale a interrumpir la sinfonía y dejar escapar la realidad. Toda la atención debe ser dirigida hacia la sinfonía, olvidándonos de nosotros mismos; si se hace conscientemente la tentativa de concentrarnos sobre la sinfonía, la mente se desvía por causa del pensamiento de que estamos tratando de concentrarnos, y fue por esta razón que Chao~chou le dijo al monje que si tratabade armonizarse con el Tao, se apartaría de él. Por lo tanto el Zen hizo más que limitarse a decirle al hombre que escuchara la sinfonía sin ponerse a pensar sobre las reacciones que en él provocaba; !pues hasta el simple hecho de decirle a alguien que no piense sobre sus reacciones independientes, ya significa hacerlo pensar que no piense en ellas! Por lo tanto el Zen adoptó el método positivo de destacar la sinfonía de la vida en sí misma.
Conocer la naturaleza de Buda significaba conocer la vida, aparte de las "interrupciones", la principal de las cuales era el concepto del yo como entidad diferenciada de la vida, ocupada enteramente en sus propias reacciones privadas frente a la realidad como algo distinto de la realidad misma. Pero mientras los filósofos del Mahayana se entretenían intelectualmente con estas cosas, interesándose en las ideas antes que en las realidades, el Zen iba más allá de todo pensamiento discursivo. Cuando se le preguntaba sobre los misterios ultérrimos del Budismo, respondía [el Buda]: "El árbol de ciprés en el patio"; "El bosquecillo de bambú al pie de la colina"; "La basura seca en el rastrillo". !Cualquier cosa que saque a la mente de las abstracciones de la vida!
La vida Zen no se mueve dentro de carriles; es la libertad del espíritu, libre de las trabas de las circunstancias externas y las ilusiones internas. Su naturaleza íntima es de tan especial carácter que no puede ser descrita en palabras, y lo que más puede acercarnos a ella es la analogía. Es como el viento que se mueve sobre la superficie de la tierra, sin detenerse jamás en ningún lugar determinado, no apegándose nunca a ningún objeto particular, adaptándose siempre a los progresos y retrocesos de la tierra. Si tales analogía dan la impresión de un soñoliento laissez faire , es necesario recordar que el Zen no siempre es una suave brisa, como el Taoísmo decadende; con bastante frecuencia es una ráfaga violenta que barre implacablemente todo lo que encuentra a su paso, un ventarrón de hielo que penetra hasta el corazón de todo y lo atraviesa de lado a lado. La libertad y pobreza del Zen es abandonar todo y "seguir adelante", pues esto es lo que la vida misma hace, y el Zen es la religión de la vida.
osho
 

lunes, 19 de mayo de 2014

LA VIDA

 
Todas las cosas vivientes tienden naturalmente hacia la conservación de la vida. En los seres humanos esta tendencia puede considerarse como el instinto de conservar la vida y se puede decir que a partir de ese instinto se deriva todo lo que llamamos el deseo humano.
Los dos deseos más fuertes son el deseo de comer y el deseo sexual. Ambos son el resultado del instinto de conservación. Al enfermarnos perdemos temporalmente nuestro apetito, e incluso a veces no deseamos comer, pero el impulso de vivir no desaparece. En realidad de acuerdo con el instinto de conservación, el deseo de comer es controlado por la condición del organismo. El deseo sexual es fuerte cuando uno es joven y se tiene mucha energía. Queremos trasmitir nuestro instinto de conservación a la generación siguiente a fin de perpetuar la vida. Naturalmente, el deseo sexual desaparece cuando enfermamos de gravedad y disminuye cuando envejecemos, pero el instinto de conservar la vida siempre permanece. En ocasiones, el apego se debilita, pero el deseo de vivir todo el tiempo posible sigue igual durante toda la vida. Puede suceder que un anciano diga a un joven: "Ya soy muy viejo, no me importa morir.'' Eso es tan solo un gesto y no su verdadero sentimiento. Si tú haces eco a sus palabras y le dices: "Adelante, muérete'', seguramente lo ofenderás. Yo cuento con 80 años de edad pero no quiero morirme sino que quiero vivir el mayor tiempo posible y trabajar lo más que pueda.
Alguna gente preguntará: "Entonces, ¿por qué hay tantos suicidios?''. Una persona se suicida no sólo porque quiere morir. Si lo hace por ese motivo sin duda está desquiciado. Quien no está desquiciado pero se quita la vida es alguien que no puede vivir como quisiera vivir. Un suicidio así es una expresión de resistencia y es otra forma del instinto del que hablo.
Por ejemplo, cuando uno se enferma y sufre mucho dolor puede pensar que es mejor morir y tal vez dirá: "Déjenme morir.''. Si pudiera liberarse de su dolor, sintiendo nuevamente alegría y paz, con certeza diría: "Qué bueno que no me morí, ahora quiero vivir todo el tiempo que pueda.'' Aun así, puede haber quien pregunte por qué hay tantos suicidios en los países escandinavos, particularmente en Noruega y Suecia, donde la seguridad social está muy establecida y los ancianos pasan sus días cómodamente jubilados en asilos. De nuevo nos encontramos con el mismo instinto en otra forma. Estas personas sienten que no vale la pena seguir viviendo porque no encuentran significado en la vida, por lo que el suicidio es una rebelión contra una existencia insípida y tediosa.
El instinto humano de conservar la vida infunde en el hombre no sólo el deseo de prolongar su vida, sino también el deseo de enriquecerla lo más posible. Por eso, éste a veces busca la fama, la fortuna, el poder, la destreza intelectual, o bien, su deseo de expansión puede expresarse como la búsqueda de la alegría, la apreciación del arte, la invención de cosas nuevas, la adherencia a la moralidad, la creencia en la religión o hasta la práctica real de la religión. Nuestro impulso es buscar la vida interminable y la expansión sin fin. El budismo enseña la forma de satisfacer este impulso.
El budismo puede parecer semejante al estoicismo por tener también preceptos estrictos. El más importante es no matar.
Este precepto sobre no matar aparece en la tradición mahayana, por ejemplo, en los diez Siksapada para monjes y en los cinco preceptos para legos. Si no me equivoco, uno de los Diez Mandamientos de Moisés es: "No matarás''. Si Moisés quería decir que uno no debe matar ni a un hereje, ni a un enemigo, ni a un insecto, eso es exactamente lo mismo que el precepto budista. Uno no debe matar ninguna cosa viviente. Si todos los seres humanos siguieran este precepto, no habría guerras. El budismo enseña a buscar la paz. Durante toda la historia del budismo, los budistas no han propiciado guerras religiosas. Si un budista enfrenta la situación de "matar o ser matado'', será matado. Gandhi, si bien no fue budista, se vió muy influido por la tradición india de no matar y facilitó la independencia de su país por medio de la resistencia no-violenta. Los sacerdotes budistas en Vietnam del Sur se prendían fuego a fin de proteger el budismo. Ambos son buenos ejemplos del precepto de no matar.
Desde luego suicidarse es contrario al precepto budista. Los sacerdotes budistas se prendieron fuego ya que, dadas las circunstancias, ése era el único medio a su alcance para poder protestar contra la opresión del pueblo y salvar muchas vidas. Sabían que era un acto pecaminoso, pero daban sus vidas por el bien de los demás. Desde el punto de vista budista todo tiene vida, es decir, todo lo que existe no es otra cosa mas que la vida y llamamos a esa vida naturaleza búdica. Por eso se dice que todas las existencias son naturaleza búdica misma. En fin, mencionaré tres aspectos de la naturaleza búdica.
En japonés son llamados: shoin bussho, ryoin bussho y enin bussho. Shoin bussho es la naturaleza búdica misma, la realidad esencial de la que he hablado hasta ahora y significa literalmente causa fundamental.
Afortunadamente contamos con la capacidad de vivenciar este shoin bussho y esta capacidad se llama ryoin bussho. Ryo quiere decir darnos cuenta.
Aunque tenemos tanto shoin bussho como ryoin bussho, para poder llevar a cabo tal potencial es necesario que se dé alguna causa, alguna condición, pues nada sucede accidentalmente. Por ejemplo, llegar a conocer al maestro adecuado y recibir la orientación más apropiada es una causa buena. Esta se llama enin bussho y por fortuna también la tenemos. Enin significa causa cooperante y al decir enin generalmente pensamos en algo exterior a nosotros, pero después de todo, el yo y los otros no son dos entidades separadas. Si algo existe fuera de nosotros con toda seguridad existe también dentro de nosotros. Estos tres aspectos de la naturaleza búdica son tesoros pertenecientes a los seres humanos que hacen posible la vía del despertar.
Si ya sabemos con certeza que es difícil nacer como ser humano, no hay que perder la actual oportunidad que tenemos para cultivar la aspiración y determinación correctas de despertar a esta maravillosa naturaleza búdica. Esto es lo importante.
OSHO