miércoles, 13 de mayo de 2015

Recuerda estas dos palabras: ahora y aquí.

        


"Nuestro auténtico ser es nuestro centro más profundo, no está en algún lugar en el exterior. No tenemos que ir a ninguna parte, sólo tenemos que volver a casa. No es un viaje de aquí a allí, al contrario, es un viaje de allí a aquí. Estamos ya allí y tenemos que estar aquí. Siempre estamos entonces, y tenemos que estar ahora.
          De modo que cuando tu mente comience a dirigirse a algún lado, tráela de vuelta aquí. Cuando comience a dirigirse al pasado, al futuro, tráela al ahora. Recuerda estas dos palabras: ahora y aquí. Poco a poco uno comienza a vivir aquí y ahora, y ese es el único camino en el que podemos encontrar la existencia porque está siempre aquí y ahora. Y nosotros no estamos nunca aquí y ahora. En el momento en que nosotros también estemos aquí y ahora, ocurrirá el encuentro, está destinado a ocurrir".

Osho, Meditaciones para acabar el día

martes, 12 de mayo de 2015

La verdad es un estado del ser

 No hay camino alguno que nos conduzca a la verdad, y no hay dos verdades. La verdad no es del pasado ni del presente, es intemporal; y el hombre que cita la verdad del Buda, de Shankara, de Cristo, o aquel que meramente repite lo que yo digo, no encontrará la verdad, porque la repetición no es la verdad. La repetición es una mentira. La verdad es un estado del ser que surge cuando la mente que busca dividir, ser exclusiva, que sólo puede pensar en términos de resultados, de logros, ha llegado a su fin. Sólo entonces existirá la verdad. La mente que hace esfuerzos que se disciplina a fin de lograr un objetivo, esa mente no puede conocer la verdad, porque el objetivo es su propia proyección, y el hecho de perseguir esa proyección, por noble que sea, es una forma de culto de sí misma. Un ser así es un ególatra y, por lo tanto, no puede conocer la verdad. La verdad es para conocerse sólo cuando comprendemos el proceso total de la mente, es decir, cuando no luchamos.



2 de agosto; Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. VI

domingo, 10 de mayo de 2015

La verdad - La realidad - El observador y lo observado - «Lo que es»


Corazón lleno, mente vacía

No hay sendero hacia la verdad, ella debe llegar a uno. La verdad puede llegar a nosotros sólo cuando la mente y el corazón son sencillos, claros, y en nuestro corazón hay amor; no si nuestro corazón está lleno con las cosas de la mente. Cuando en el corazón hay amor, no hablamos acerca de organizar la fraternidad; no hablamos de creencias, de división o de poderes que crean división, no necesitamos reconciliarnos. Entonces somos, cada uno de nosotros, simplemente un ser humano, sin rótulo alguno, sin una nacionalidad. Esto significa que usted debe despojarse de todas esas cosas y permitirle a la verdad que se manifieste; y la verdad puede manifestarse sólo cuando la mente está vacía, cuando cesa en sus creaciones. Entonces la verdad vendrá sin que la inviten. Llegará tan rápida y sorpresivamente como el viento. Llega en secreto, no cuando la aguardamos, cuando la deseamos. Está ahí, tan súbita como la luz del sol, tan pura como la noche. Pero para recibirla, el corazón debe estar lleno y la mente vacía. Ahora tiene usted la mente llena y su corazón está vacío.



1 de agosto; Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. V





 Full, empty heart mind 
 There is no path to truth, she should get one. Truth can come to us only when the mind and heart are simple, clear, and there is love in our hearts; not whether our heart is filled with the things of the mind. When there is love in the heart, we not talked about organizing brotherhood; not talking about beliefs, division or powers that create division, we need to be reconciled. So we are, each of us, just a human being, no label, without a nationality. This means that you must shed all those things and allow the truth to be revealed; and truth can come only when the mind is empty, upon separation from their creations. Then the truth will come without the invite. It will come as quickly and unexpectedly as the wind. It arrives in secret, when we look when we want it. It is there as sudden as sunlight, as pure as the night. But to receive it, the heart must be full and the mind empty. Now you have the mind full and your heart is empty.