viernes, 18 de marzo de 2016

Recuerda estas dos palabras: ahora y aquí.

          "Nuestro auténtico ser es nuestro centro más profundo, no está en algún lugar en el exterior. No tenemos que ir a ninguna parte, sólo tenemos que volver a casa. No es un viaje de aquí a allí, al contrario, es un viaje de allí a aquí. Estamos ya allí y tenemos que estar aquí. Siempre estamos entonces, y tenemos que estar ahora.

          De modo que cuando tu mente comience a dirigirse a algún lado, tráela de vuelta aquí. Cuando comience a dirigirse al pasado, al futuro, tráela al ahora. Recuerda estas dos palabras: ahora y aquí. Poco a poco uno comienza a vivir aquí y ahora, y ese es el único camino en el que podemos encontrar la existencia porque está siempre aquí y ahora. Y nosotros no estamos nunca aquí y ahora. En el momento en que nosotros también estemos aquí y ahora, ocurrirá el encuentro, está destinado a ocurrir".

Osho, Meditaciones para acabar el día

Sólo puedes conocer la vida participando de ella. No seas un espectador.

        "Sólo puedes conocer la vida participando de ella. No seas un espectador. En el mundo moderno, todos se han convertido en espectadores, hay multitud de observadores. Alguien baila y tú miras. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo puedes mirar una danza? La danza tiene que ser sentida, una danza tiene que ser danzada. Alguien está cantando y tú miras y escuchas. Para conocer la canción y su belleza tienes que cantar, tienes que participar...

          Busca lo esencial. Cuando empieces a buscar lo esencial, te convertirás en un participante. Sabrás. Sólo hay un modo de conocer la danza: danzando".

Osho, El juego de la vida

jueves, 17 de marzo de 2016

La vida es verbo no sustantivo


  "Yo pongo énfasis en los verbos, no en los sustantivos... la vida es un verbo. La vida no es un sustantivo, en realidad es "viviendo", no "vida". No es "amor", es "amando". No es "relación", es "relacionando". No es una canción, es cantando. No es un baile, es bailando.
          Observa la diferencia, saborea la diferencia. Un baile es algo completo; ya se han dado los últimos toques, ya no queda nada más que hacer. Algo completo es algo muerto. La vida no sabe de puntos finales; las comas están bien, pero no los puntos finales. Los lugares de descanso están bien, pero no los puntos de destino.
          En vez de pensar en cómo relacionarte, cumple el primer requisito: medita, sé, y luego relacionarse saldrá de ello por sí mismo. Alguien que se vuelve silencioso, gozoso, alguien que empieza a desbordar energía, que florece, tiene que relacionarse. No es algo que tenga que aprender a hacer, empieza a suceder. Se relaciona con personas, se relaciona con animales, se relaciona con árboles, se relaciona incluso con rocas.
          De hecho, se relaciona veinticuatro horas al día. Si camina por la tierra, se relaciona con la tierra... al tocar sus pies la tierra, se está relacionando. Si nada en el río, se relaciona con el río, y si mira las estrellas, se relaciona con las estrellas.
          No se trata de relacionarse con alguien en particular. El hecho básico es que, si eres, toda tu vida se vuelve un relacionarte. Es una canción constante, una danza constante, es una continuidad, es un flujo como un río.
          Medita, encuentra tu propio centro primero. Antes de poder relacionarte con otra persona, relaciónate contigo mismo. Éste es el requisito básico que hay que cumplir. Sin esto, nada es posible. Con esto, nada es imposible".

Osho, El Libro de la mujer