"Es difícil abandonar lo viejo, pero hay que abandonarlo porque
sólo entonces es posible lo nuevo. Es difícil aceptar lo nuevo porque
es nuevo y no lo conocemos. Es un desconocido, y en lo más profundo
estamos inquietos y tenemos miedo. Sin embargo, hay que aprender a amar
lo nuevo; de lo contrario no hay crecimiento posible.
El crecimiento sólo significa valentía para abandonar lo viejo y
valentía para amar lo nuevo. Y esto no hay que hacerlo sólo una vez,
hay que hacerlo a cada momento porque a cada momento hay algo que está
envejeciendo y algo nuevo que está llamando a la puerta. Cada vez que
ocurra eso, escucha a lo nuevo y no prestes ninguna atención a lo viejo.Lo viejo es como una atadura, lo nuevo proporciona libertad. La verdad es siempre nueva. Dios es siempre fresco, tan fresco como las gotas de rocío en el sol de la mañana temprano".