martes, 5 de marzo de 2013

El amor es peligroso

¿Cómo puede el hombre vivir sin amor? Sólo podemos existir, y la existencia sin amor es control, confusión y dolor; y eso es lo que casi todos estamos generando. Nos organizamos para la existencia y aceptamos el conflicto como inevitable, porque nuestra existencia es un constante requerimiento de poder. Por cierto, cuando amamos, la organización tiene su propio lugar, su lugar exacto; pero sin amor, la organización se vuelve una pesadilla, algo meramente mecánico y eficiente, como el ejército; pero como la sociedad moderna se basa en la mera eficiencia, necesitamos ejércitos ‑y el propósito de un ejército es crear guerra-. Aun en tiempos de la así llamada paz, cuanto más eficientes somos en lo intelectual, tanto más crueles, más brutales e insensibles nos volvemos. Por eso hay confusión en el mundo, porque la burocracia es cada vez más poderosa, porque más y más gobiernos se están volviendo totalitarios. Nos sometemos a todo esto como a algo inevitable, porque vivimos con nuestros cerebros y no con nuestros corazones; en consecuencia, el amor no existe. El amor es el elemento más peligroso e incierto que hay en la vida; y debido a que no queremos la incertidumbre, porque no queremos sentirnos en peligro, vivimos en el reino de la mente. Un hombre que ama está en peligro, y nosotros no deseamos vivir peligrosamente; deseamos vivir eficientemente, vivir tan sólo dentro del sistema de la organización, porque pensamos que las organizaciones van a producir orden y paz en el mundo. Las organizaciones jamás han producido orden y paz. Sólo el amor, la buena voluntad, la piedad, pueden traer finalmente ‑y, por lo tanto, ahora- orden y paz.



25 de noviembre; Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. V