martes, 9 de noviembre de 2010

APLICABA ESTRATEGIAS FRANCESAS, Y TERMINABA DISPARANDO A LA CRIOLLA



LAS "ESTRATEGIAS" DE SARMIENTO

Sarmiento con uniforme francés.


Las botas de goma

"Yo era el único oficial del ejército argentino que en la campaña ostentaba una severidad de equipo estrictamente europea. Silla, espuelas, espada bruñida, levita abotonada, guantes, quepí francés, paletot en lugar de poncho; todo yo era una protesta contra el espíritu gauchesco..."

"Esto -que parece una pequeñez- era una parte de mi plan de campaña contra Rosas y los caudillos, seguido al pie de la letra, discutido con Mitre y Paunero, y dispuesto a hacerlo triunfar sobre el chiripá, si permanezco en el ejército..., y para acabar con estos detalles de mi propaganda culta, elegante y europea en aquellos ejércitos de apariencias salvajes, debo añadir que tenía botas de goma, carpa fuerte y bien construida, catre de hierro, velas de esperma, mesa, escritorio y provisiones de boca."

Por lo que se ve, Mitre y Sarmiento eran dos grandes estrategas militares, tal como lo demostrará Mitre en numerosas "heroicas retiradas" y "batallas perdidas", como en Pehuajó, Pavón, Sierra Chica o Cepeda, donde, según el general Hornos, "por aplicar estrategias europeas, terminaban disparando a la criolla".

"Se le van a mojar la plumas"

El libro de Sarmiento ("Campaña en el Ejército Grande") tiene algunos pasajes muy graciosos: relata que en cierta oportunidad el general Urquiza le advirtió en tono de burla que iba a llover y que "se le iban a mojar las plumas", entonces Sarmiento, se cubrió con una capa de goma elástica para demostrarles a esos incultos, que un militar de verdad, tenía soluciones modernas para todo...“lo que al principio dio lugar a algunas pullas, a que contestaba victoriosamente por la superioridad práctica de mis medios”.

“A la broma del general, pues, contesté con mi argumento favorito, dirigiéndome al arzón de la silla, desatando las correas que sujetaban la manta, sacando mi paletó y poniéndome por encima una capa blanca de goma elástica que había hecho traer de Buenos Aires. No había que replicar. Despedime así parapetado del Jeneral cuando ya caian esas gotas gruesas como el puño que anuncian en la Pampa la proximidad de la tormenta”...“Era el caso, que yo era el único oficial del Ejército arjentino que en campaña ostentaba una severidad de equipo, estrictamente europeo”.

-"Qué está haciendo Coronel?
- Estoy componiendo el recado.

- Yo no compongo mi silla nunca".

-"¿Quién tendrá fuego? - decía un general en la marcha.

- Yo, general. - y sacaba una navaja de campo inglesa, con eslabón, lanceta para caballos, y un almacén de herramientas".

-"Me muero de sed - decía alguno, mirando mi caramañola de platina, colgada en el razón de la silla. A los seis días de campaña, la silla, el levita i el quepi estaban debidamente respetados".

¿Que pensarían los paisanos al verlo vestido con semejante traje y cargado de tanto bagaje?

-"Se han de reir de V., me decia uno..."


FUENTE: http://www.lagazetafederal.com.ar/