miércoles, 5 de mayo de 2010

ROSAS , SARMIENTO y EL BICENTENARIO

CIVILIZACION Y BARBARIE




La barbarie era más argentina
Esa barbarie, tan calumniada por los historiadores, fue el más genuino fruto de nuestro territorio y de nuestro carácter. Una montonera no fue sino el ejército de la independencia luchando en el interior, y casi todos los caudillos que la capitaneaban habían hecho su aprendizaje en la guerra contra los realistas. Había más afinidades entre Rosas y su pampa o entre Facundo y su montaña, que entre el señor Rivadavia o el señor García y el país que querían gobernar. La Barbarie, siendo gaucha, y puesto que iba a caballo, era más argentina, era más nuestra. Ella no había pensado en entregar la soberanía del país a una dinastía europea. Por lo contrario, la defendió. Su obra sangrienta fue el complemento indispensable de la Revolución, pues elaboró con sangre argentina el concepto del gobierno y de la nacionalidad, dando base más sólida a la obra de los constituyentes.

De la civilización argentina

Hay quienes dicen que Rosas era la barbarie, frente a la civilización representada por sus selectos enemigos; pero esto es dar a una frase de valor polémico en su tiempo un alcance de verdad científica que sus propios autores no pretendieron para ella cuando la lucha había pasado. Que Rosas representaba el sentimiento del país, no puede negarse, porque tuvo la adhesión de Buenos Aires y de las provincias, de los caudillos y de los pueblos, de la burguesía y de la plebe, de los indios y de los gauchos, de los negros libertos y de muchos blancos europeos. En veinte años sus enemigos no consiguieron derrocarlo; antes lo consolidaron con sus errores. Si Rosas era la barbarie, barbarie era todo su país. ¿Cómo es entonces que mientras unitarios refugiados en Montevideo se aliaban con el rey de Francia y recibían dinero de su cancillería, republicanos como Lamartine censuraban esa alianza y esa política de agresión a una república independiente. San Martín envía entonces a Rosas la espada de Maipú.
Agentes diplomáticos de Rosas fueron Alvear y Guido, héroes de la independencia. López autor del himno nacional, y Anchorena, signatario del acta de Tucumán, fueron amigos suyos. De la entraña del rosismo salió Urquiza, el vencedor de Caseros. De ella salieron los caudillos que firman el Acuerdo de San Nicolás, y hombres como Irigoyen y Vélez Sarsfield que habían frecuentado la corte de Palermo y que después colaboraron con sus luces en la organización constitucional. Luego, pues, en aquel sistema, sin duda bárbaro, de Rosas, había algunos gérmenes de civilización. ¿De cuál civilización? De la civilización argentina, no de la francesa, no de la británica, que pretendieron imponerse por el bloqueo o la guerrilla de mercenarias legiones cosmopolitas, ni tampoco de la otra, que los utopistas unitarios habían soñado crear por medio de constituciones imaginarias.
"En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales, Mitre, Sarmiento y Cía., han establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre sus guerras ellos tienen un Alcorán, que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje”" (Juan Bautista Alberdi. Escritos póstumos. Ensayos sobre la sociedad, los hombres y las cosas de Sudamérica. Buenos Aires. 1899)
Fuentes:
- Castagnino Leonardo. Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades

- Chavez, Fermín. La vuelta de Don Juan Manuel

- Rojas, Ricardo (*)
(*) Ricardo Rojas (1882 1957). Tucumano. En 1909 publicó La restauración nacionalista y en 1916 La argentinidad. Su obra más conocida es Historia de la literatura argentina, editada entre 1917 y 1922. Autor, además, de Eurindia, 1924; El radicalismo de mañana, 1931; El santo de la espada, 1933, y otros.


The barbarity was Argentina

This barbarism, so maligned by historians, was the genuine fruit of our territory and our character. It was not a guerrilla army fighting for independence in the interior, and almost all the leaders that the captain had done his apprenticeship in the war against the royalists. There were more similarities between Rosas and Facundo pampa or between mountain and that between Mr. Rivadavia or Mr. Garcia and the country they wanted to govern. La Barbarie, being gaucho, and as he rode was in Argentina, was ours. She had not thought of handing over sovereignty of the country to a European dynasty. In contrast, defended it. His work bloody was the indispensable complement of the Revolution, as Argentina drew blood from the government and the concept of nationality, giving more solid basis for the work of the constituents.

Argentina civilization

Some say that Rosas was the barbarism against civilization represented by its selected enemies, but this is to give a controversial phrase in its time value to a range of scientific truth that its authors did not intend for her when the fight was over . Rosas represented the sentiment of the country can not be denied because it was his membership of Buenos Aires and the provinces of the leaders and peoples of the bourgeoisie and the people, the Indians and gauchos, the Many freed slaves and white Europeans. In twenty years failed to overthrow his enemies, before it consolidated with their mistakes. If Rose was the barbarism, savagery was all the country. How is it then that while refugees in Montevideo unit allied with the king of France and received money from his chancellery, Lamartine Republicans decried the alliance and the policy of aggression against an independent republic. San Martín Rosas then sent the sword of Maipú.
Diplomatic agents were Alvear and Guido Rosas, heroes of independence. López author of the national anthem, and Anchorena, who signed the minutes of Tucumán, were friends of his. From the bowels of the left rosismo Urquiza, the winner of Caseros. From it came the leaders who signed the Agreement of San Nicolas, and men and Velez Sarsfield Irigoyen who had frequented the court of Palermo and then collaborated with its lights in the constitutional organization. Then, since in that system, certainly barbaric, Rose had some germs of civilization. Which one civilization? Argentina civilization, not French, not British, who tried to blockade imposed by the guerrillas or the mercenary legions cosmopolitans, nor the other, that unit utopians dreamed create through imaginary constitutions.

"In the name of freedom and serving claims, our liberal, Mitre, Sarmiento y Cia., Have established a Turkish despotism in history, politics, abstract, in legend, in the biography of the Argentine people. On the revolution May, the war of independence, about his battles on his wars they have a Koran, which is law to accept, believe, profess, on pain of excommunication for the crime of barbarity and leadership "(Juan Bautista Alberdi. Posthumous Writings. Essays on society, men and things in South America. Buenos Aires. 1899)
Sources:
- Leonardo Castagnino. Juan Manuel de Rosas, Shadows and Truths
- Chavez, Fermin. The return of Don Juan Manuel
- Rojas, Ricardo (*)
(*) Ricardo Rojas (1882 1957). Tucuman. In 1909 he published the national restoration and in 1916 Argentina. His most famous work is Historia de la Literatura Argentina, published between 1917 and 1922. Author also of Eurindia, 1924; tomorrow Radicalism, 1931; The saint of the sword, 1933, and others.



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